El lenguaje oral ha constituido una de las formas más clásicas de comunicación entre los seres humanos, su importancia radica en la necesidad de comunicarnos y para lograrlo de manera eficaz, es indispensable conocer los aspectos de los cuales depende este tipo de comunicación, y que entre ellos es importante tener un correcto equilibrio a fin de no distorsionar el mensaje que se desea comunicar. La construcción de los pensamientos y su organización se lleva a cabo a través de la lengua oral y gracias al manejo de la lectura y la escritura, es donde se logra un correcto uso de la misma.
En otras palabras hablar correctamente, lleva consigo la profundización de diversos aspectos, como lo son el aspecto fónico y el gramatical, el primero se refiere a todo lo que ayuda a construir la imagen auditiva del mensaje, la voz, la dicción, la fluidez, el volumen, el ritmo, estos elementos usados de manera correcta logran atrapar al receptor, capturar su atención desde el punto de vista fónico, es decir, una correcta pronunciación de las palabras (dicción), acompañada del dominio del tema (fluidez), un tono de voz y entonación adecuados, logra que el mensaje que el emisor transmite llegue como se espera, no obstante existen algunos vicios que se deben evitar en este aspecto fónico como lo es el barbarismo , razón por la cual algunas personas pronuncian mal las palabras de manera inconsciente por desconocimiento o por falta de instrucción entorpeciendo su presentación. Por otra parte el aspecto gramatical se refiere más a una propiedad que poseen los verbos para señalar si la acción que expresan ha concluido o no en el instante en que se hace referencia, es decir, este aspecto habla más del tiempo en el que el emisor expresa su acción, lo que contextualiza a los presentes sobre lo que se quiere expresar.
Ahora bien, así como es importante conocer los aspectos positivos a tomar en cuenta a la hora de expresar oralmente una idea, también es necesario profundizar sobre dos errores de léxico, como primer lugar el verbalismo, que consiste en dar más importancia a las palabras que a los conceptos, tal como sucede con algunos individuos cuando tratan de buscar las palabras correctas, que en ocasiones no comprende la audiencia y descuidan el objetivo del mensaje que está transmitiendo, tiende a tornarse aburridora su intervención, incomprensible y poco clara. En segundo lugar el vulgarismo, como ya fue mencionado, es el otro extremo, pues el uso inadecuado de las palabras también tiende a entorpecer la emisión del mensaje, distrayendo a los oyentes y aunque podrían ser tomados como signos de ignorancia del emisor, muchas veces dependen del contexto en el que se están empleando.
Para concluir es importante tener en cuenta a la hora de emitir un mensaje de forma oral, la claridad, la coherencia y la emotividad, pues estos tres elementos juntos complementan el mensaje que se quiere emitir, un mensaje claro, concreto, dentro de un hilo lógico y donde el hablante impregne sus emociones, seguramente llegará a sus espectadores cumpliendo el objetivo principal del mismo, que es transmitir una idea, y que esta llegue al oyente de la misma forma clara, coherente y comprendiendo las emociones del interlocutor. Para hablar correctamente es necesario lograr expresividad, manejo del vocabulario, todo de voz, vocalización, gesticulación sin llegar a la exageración, este compendio de elementos de alguna manera mejora la competencia comunicativa, tan necesaria en nuestro que hacer pedagógico.
SEGUIREMOS INNOVANDO...
Ahora bien, así como es importante conocer los aspectos positivos a tomar en cuenta a la hora de expresar oralmente una idea, también es necesario profundizar sobre dos errores de léxico, como primer lugar el verbalismo, que consiste en dar más importancia a las palabras que a los conceptos, tal como sucede con algunos individuos cuando tratan de buscar las palabras correctas, que en ocasiones no comprende la audiencia y descuidan el objetivo del mensaje que está transmitiendo, tiende a tornarse aburridora su intervención, incomprensible y poco clara. En segundo lugar el vulgarismo, como ya fue mencionado, es el otro extremo, pues el uso inadecuado de las palabras también tiende a entorpecer la emisión del mensaje, distrayendo a los oyentes y aunque podrían ser tomados como signos de ignorancia del emisor, muchas veces dependen del contexto en el que se están empleando.
Para concluir es importante tener en cuenta a la hora de emitir un mensaje de forma oral, la claridad, la coherencia y la emotividad, pues estos tres elementos juntos complementan el mensaje que se quiere emitir, un mensaje claro, concreto, dentro de un hilo lógico y donde el hablante impregne sus emociones, seguramente llegará a sus espectadores cumpliendo el objetivo principal del mismo, que es transmitir una idea, y que esta llegue al oyente de la misma forma clara, coherente y comprendiendo las emociones del interlocutor. Para hablar correctamente es necesario lograr expresividad, manejo del vocabulario, todo de voz, vocalización, gesticulación sin llegar a la exageración, este compendio de elementos de alguna manera mejora la competencia comunicativa, tan necesaria en nuestro que hacer pedagógico.
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