Hoy, un día después de haber celebrado el abrazo en familia, como lo dicta la iglesia católica, el segundo domingo del mes de noviembre, nos dispusimos a ejecutar a la hora de la formación una hermosa dinámica, que llevó por nombre YO ABRACÉ.
En esta dinámica los estudiantes tuvieron la oportunidad de dar la mayor cantidad de abrazos posibles en un lapso de 10 segundos, con alegría y como era de esperarse, corrieron a refugiarse en los brazos de sus respectivas maestras, luego a sus compañeros más cercanos, algunos de ellos se quedaron en el sitio para esperar que los abrazaran. A pocos días de la gran celebración institucional del Abrazo en Familia, que en este 2015 cumple sus 25 años, esta dinámica, nos hizo reflexionar: ¿a cuantas personas abrazamos al día? ¿doy y recibo la suficiente cantidad de abrazos que necesito? ¿que es más importante, la cantidad de abrazos o la calidad de ellos?; sabemos que somos una institución educativa, pero también formamos parte de una familia que día a día concurre en ese hermoso hogar llamado "escuela", qué hermoso sería si todos los días recibiéramos a nuestros niños y niñas con un fuerte y sentido abrazo, a nuestros compañeros y que ese abrazos viniera acompañado de una sonrisa sincera, que deje ver la disposición que tenemos de crear, enseñar y de aprender.
Los invito a que nos abracemos más en nuestras escuelas, que sientan nuestros estudiantes el calor de una familia, se los aseguro que esto será transmitido a sus hogares y tendremos niños más felices y con más ganas de aprender, de crear y producir.
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